Virgen María
Documentado en 1738
Los mosaicos ovalados del «Ecce Homo» (Patrimonio Nacional, inv. 10012896) y la «Virgen María» (Patrimonio Nacional, inv. 10012897), estudiados por González-Palacios, fueron entregados a la reina María Amalia de Sajonia el 15 de junio de 1738, a su paso por los Estados Pontificios en su viaje de Dresde a Nápoles. Son regalos del papa Clemente XII con motivo del enlace matrimonial de esa hija de Augusto III de Polonia y María Josefa de Austria con Carlos de Borbón, rey de Nápoles y Sicilia y futuro Carlos III de España y las Indias, celebrado por poderes el 9 de mayo del mismo año en la capital sajona. En la documentación de los archivos vaticanos publicada por González-Palacios, se precisan los nombres de los artífices: el mosaiquista Pietro Paolo Cristofari (1685-1743) y el broncista Francesco Giardoni (1692-1757), cuyos trabajos fueron satisfechos con bastante retraso, en julio de 1741. Otras informaciones de la época aportadas por el mismo estudioso informan de los modelos empleados por Cristofari: Guido Reni para la imagen de Jesucristo y «Carlo Maratti» para la Madre de Dios. Sin embargo, el modelo para el mosaico de la Beatísima Virgen es también Reni y no Maratta, como se ha venido sosteniendo. El mosaiquista se serviría de la «Vergine in preghiera», de la colección romana de la familia Bolognetti, pintura que sería más tarde copiada por el pensionado Manuel de Eraso, en 1769 (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, inv. 0155), y grabada por Domenico Cunego, con el título de «Mater Amabilis», en 1776. El pintor boloñés estableció en esos modelos la mirada elevada al cielo, que emplea además en otros personajes de la historia sagrada (santos, Judit…) e incluso profana (Lucrecia), y también divulgó el efectista cruce de manos en el pecho. Ambos mosaicos fueron enmarcados con bronces dorados a oro molido realizados por el platero Francesco Giardoni. En la parte inferior, campean las armas reales de Carlos VII de Nápoles junto al escudo del Electorado de Sajonia, bajo corona real y debajo las insignias de la Real Orden francesa del Saint-Esprit, de la Constantiniana de San Jorge y, destacada en el centro, la del Toisón de Oro. En el copete, la paloma del Espíritu Santo, con rayos en gloria de querubines, permite pensar en una Virgen de la Anunciación, ya que la cruz está como complemento en el marco del «Ecce Homo». Una pareja de mosaicos ovalados semejante, con marcos de bronce dorado, atribuida a Cristofari y Giardoni por González-Palacios, se conserva en el Museu de Arte Antiga de Lisboa como regalos del Sumo Pontífice a Juan V de Portugal. El Museo Czartoryski de Cracovia tiene una variante reducida a busto del mosaico de la Virgen, asimismo atribuida a Pietro Paolo Cristofari.