¿CUÁL ERA LA TRIBU DE LA VIRGEN MARÍA?
En las Escrituras vemos que la profecía, acerca de Jesús, dice que Él nacería del linaje del rey David, que sería heredero de la casa y del trono de David. Para que tal cosa sea cierta, es necesario que el padre de Jesús sea de la casa de David, la cual está en la tribu de Judá. Incluso al leer Ap 5,5 veremos que nuevamente se confirma que Jesús desciende, según la carne, de la casa de Judá, ya que en ese pasaje se le llama el león de Judá.
En los evangelios San José es mencionado como descendiente de la tribu de Judá. Con solamente eso debería bastar, pero aquí es donde hay un enorme problema: San José no es el padre biológico de Jesús, por lo cual la profecía se cumpliría a medias, o de forma simbólica, ya que entonces el Mesías no sería realmente un descendiente de la tribu de Judá, y tampoco lo sería de la casa de David.
Acerca de la genealogía de la virgen María no hay mucho, por no decir nada. La biblia no tiene un recuento detallado de su origen, por lo que los evangelios no son una fuente de información sobre este tema. Gracias a Dios que existe un libro, dentro de la biblia, que contiene un dato contundente, que confirma lo que andamos buscando.
San Pablo nos dejó la carta a los romanos, en donde podemos leer lo siguiente: "De Pablo, siervo de Cristo Jesús, apóstol por un llamado de Dios, escogido para el Evangelio de Dios. Esta Buena Nueva anunciada de antemano por sus profetas en las Santas Escrituras se refiere a su Hijo que nació de la descendencia de David según la carne" (Rom 1,1-3)
Nacido de la descendencia de David, según la carne. San Pablo seguramente supo todo acerca de la Virgen María, acerca de su milagroso embarazo, y que San José no era el padre biológico de Jesús. Por eso él claramente está hablando del linaje carnal de Jesús, que lo liga con la casa y trono de David, con la tribu de Judá. Esto deja todas las dudas despejadas: la virgen María es descendiente de la tribu de Judá, y su linaje asciende hasta la casa de David.
Si no fuera de esa manera, entonces la profecía no puede cumplirse, ya que un linaje simbólico no vale. Tiene que haber una línea de carne y sangre que pueda conectarse hasta la casa de David. El linaje de San José lo conecta solamente a él, pero no a Jesús. Por eso Dios escogió a la Virgen María para ser Madre del Redentor, para que todas las cosas se cumplieran a cabalidad.
Pero hay algo más. Si leemos lo que dice Lc 1,5 veremos que Isabel, pariente de la Virgen María, es descendiente de Aarón, o sea de la tribu de Leví. Por consiguiente, María también tiene un linaje que procede de Aarón, no solamente de David. Teniendo ambos linajes, no podemos dejar el de Aarón y quedarnos solo con el de David. De hecho, hay una muy importante razón para que en María converjan ambos linajes. El linaje de David es el de los reyes, por ser el más grande rey de Israel. Mientras que el de Aarón es el de los sacerdotes, por haber sido el primer sumo sacerdote de Israel. Entonces, Jesús, al ser hijo de la virgen María, no solamente cumple con la profecía de ser el Rey, sino que también es el Sumo Sacerdote (Heb 4,14-16). Jesús posee los linajes de Rey y Sacerdote, según la carne, por haber nacido de una mujer en quien se fusionan los linajes de las tribus de Judá y de Leví.
Una vez más queda comprobada la tremenda importancia de la virgen María, que no se limita solamente a ser la que parió a Jesús, como gustan de proclamar los protestantes, sino que tiene una importancia que no es para nada superficial ni trivial. Una vez más queda comprobado que ningunear a la virgen María no es una bofetada en su hermoso rostro, sino que en el de su divino hijo, Jesús.
