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En el marco del Día Mundial del Riñón, que se celebra el 10 de marzo, la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) ha querido alertar y sensibilizar del crecimiento continuado de la enfermedad renal crónica (ERC) en los últimos años. Así, la enfermedad renal crónica se trata de una patología con una elevada prevalencia e incidencia. Sin embargo, sigue siendo una gran desconocida para la mayoría de la población. Esta enfermedad requiere de un mayor esfuerzo de prevención y diagnóstico precoz para lograr frenar su crecimiento en España y en el mundo.
La enfermedad renal crónica requiere un mayor esfuerzo de prevención y diagnóstico precoz para lograr frenar su crecimiento en España
De hecho, el Día Mundial del Riñon vuelve a celebrarse este año en un contexto de doble preocupación. Por un lado, por el crecimiento progresivo de la ERC, que continúa aumentando sin que se revierta la tendencia; por otro, ante el impacto negativo que la pandemia ha tenido en los pacientes renales y en el inicio de los tratamientos para sustituir la función de los riñones. Este grupo de pacientes ha sido uno de los colectivos más vulnerables ante el Covid-19.
Patricia de Sequera, presidenta de la S.E.N, explica que “A pesar de afectar a una parte cada vez más importante de la población, entre un 10-15% de la población adulta, y tener un gran impacto en la expectativa de supervivencia y calidad de vida de los pacientes, la ERC continúa siendo poco conocida para la mayoría de la sociedad”. Asimismo, aclara que “es un grave problema de salud pública que sigue creciendo y que se conoce como la epidemia silenciosa. Así, su diagnóstico suele ser tardío, es decir cuando la enfermedad ya se encuentra en fases avanzadas”.
Los datos sobre la evolución de la ERC en España reflejan la gravedad de esta situación. Así, la prevalencia ha crecido un 30% en la última década y con una tasa de personas en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS) en España que se sitúa en 1.363 personas por millón de población (pmp). Por su parte, la incidencia se sitúa en 141 pmp, lo que supone que más de 6.700 personas iniciaron diálisis o trasplante en 2020. En total, más de 64.600 personas con ERC en España necesitan un tratamiento que reemplace la función de sus riñones.
La tasa de personas en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS) en España que se sitúa en 1.363 personas por millón de población
Este crecimiento de ERC se relaciona con factores de riesgo como la diabetes y la enfermedad cardiovascular (responsables del 50% de los casos), la obesidad, la hipertensión arterial o el tabaquismo, muchos de los cuales podrían prevenirse con la adopción de unos hábitos de vida saludables, que permitirían frenar su avance. A ello hay que sumarle que es una enfermedad que presenta síntomas poco reconocibles en sus estadios iniciales, y que cuenta con una tasa de infradiagnóstico que supera el 40%. Además, la tasa de mortalidad ha crecido más de un 30% en la última década, y en 2020 fallecieron más de 5.800 personas en TRS en España.
“En España somos excelentes en el tratamiento en las fases avanzadas de la ERC, como lo demuestra nuestro liderazgo mundial en trasplante renal o los altos índices de supervivencia de nuestros pacientes. Sin embargo, es necesario un mayor esfuerzo en las etapas previas, es decir, en prevención y diagnóstico precoz”, señala De Sequera. Por ello, que ha reclamado un Plan de Salud Renal en España “que recoja todos los esfuerzos y recursos que se pueden destinar para avanzar en las medidas preventivas y de detección precoz, con la colaboración de la Atención Primaria y aunando otras estrategias que también son básicas para mejorar el tratamiento y la calidad de vida de las personas con ERC”.
La tasa de mortalidad ha crecido más de un 30% en la última década, y en 2020 fallecieron más de 5.800 personas en TRS en España
Entre estas estrategias básicas, ha destacado el fomento de diálisis domiciliaria con importantes beneficios para los pacientes y para el sistema sanitario. Además de un mayor impulso a la donación de vivo, para así reducir las listas de espera. Por su parte, Daniel Gallego, presidente de la Federación Nacional Alcer de pacientes renales, destaca que “la prevención y fomentar la salud renal debe ser una de las prioridades de las políticas de salud. Tenemos que evitar que las personas desarrollen enfermedad renal y lleguen a tratamiento renal sustitutivo como la diálisis o el trasplante”.
Por todo ello, para Gallego es “clave” la educación para la salud renal en colegios, universidades y todo el sistema de salud, mejorando así la calidad asistencial y aumentando el conocimiento en la población general de la enfermedad renal, “para mejorar la atención y los cuidados de las personas con esta enfermedad, sus cuidadores y familiares”.
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