Cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón es un tipo de cáncer muy agresivo y es una de las principales causas de muerte tanto en hombres como en mujeres. Si como paciente eres o fuiste un fumador recurrente tienes altas probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón.

En este sitio revisaremos:

1. Qué es el cáncer de pulmón
2. Síntomas y posibles causas del cáncer de pulmón
3. Etapas y tratamiento del cáncer de pulmón

"Escrito por el Dr. Roberto Iván Sánchez Reyes (oncólogo medico). Revisado médicamente por el equipo médico de Brexia México - Publicado el 13 de abril del 2022(Tiempo de lectura aproximado: 14 minutos)."

¿Qué es el cáncer de pulmón?

El cáncer de pulmón se genera debido al crecimiento desmedido de células anormales en este órgano. Este tipo de cáncer se divide en dos: cáncer de pulmón de células no pequeñas, el cual es el que más afecta a las personas, ya que representa entre 80% a 85% de los casos. Los demás casos se tratan de cáncer de pulmón de células pequeñas que se caracterizan por tener distintos comportamientos.

Cuando un paciente es diagnosticado con cáncer de pulmón de células no pequeñas, existe la posibilidad de entre 90 a 95% de tener este cáncer en etapa metastásica, es decir que ya se expandió a otras zonas del cuerpo.

El cáncer de pulmón tiene una incidencia en personas de 75 años y es poco común que se presente en pacientes menores de 35 años, mientras que su probabilidad de aparición aumenta de manera drástica y letal en hombres y mujeres mayores de los 60 años.

Síntomas del cáncer de pulmón

Los síntomas del cáncer de pulmón se dividen por los que son generados o relacionados con el tumor como son:

• Tos.
• Falta de aire.
• Toser sangre.
• Dolor de pecho.
• Cambios en la voz.
• Dolor de cabeza.
• Hinchazón del cuerpo.
• Ronquidos.
• Parálisis.
• Dificultad para tragar.
• Fatiga.

Sin embargo, si el cáncer de pulmón se encuentra en la zona superior de los pulmones, los síntomas que puede causar son:

• Dolor en los brazos, hombro y cuello.
• Párpado caído.
• Visión borrosa.
• Debilidad en los músculos de la mano.

Asimismo, se pueden presentar signos como acumulación de líquido dentro de los pulmones, también puede ocurrir un derrame pericárdico, el cual consiste en que una cantidad excesiva de líquido rodea al corazón, además de una posible obstrucción de la vena cava superior o el síndrome de Pancoast.

Finalmente, si es un paciente en el cual el cáncer de pulmón ya ha hecho metástasis, sus síntomas serán dolor óseo, problemas neurológicos y pérdida de peso.

Pruebas diagnósticas para el cáncer de pulmón

La primera prueba diagnóstica que se realiza para ver si como paciente padeces de cáncer de pulmón es una tomografía computarizada de tórax (TAC), la cual evalúa la ubicación y el tamaño del tumor, así como los ganglios linfáticos y otros órganos de la parte del tórax en los que el cáncer puede estar haciendo metástasis, asimismo puede definir de manera precisa la masa.

Una gran ventaja de esta prueba diagnóstica es que te expones a una baja cantidad de radiación, tiene una gran capacidad de detectar lesiones muy pequeñas.

A partir de los resultados que arroje la tomografía, tu médico indicara la siguiente acción a desarrollar, las pruebas más comunes para confirmar o descartar con certeza el cáncer de pulmón son:

El PET de cuerpo entero (tomografía de emisión de positrones), esta prueba diagnóstica ayuda a conocer si el tumor afecta al mediastino, parte del tórax que está entre el esternón, la columna vertebral y los pulmones. Además de evaluar la actividad metabólica de la masa tumoral.

En el estudio PET se inyectan moléculas especializadas, las cuales las células cancerígenas en el pulmón las absorben y, por lo cual, hacen posible su visualización en imágenes.

Otro tipo de prueba diagnóstica es una biopsia del tumor, está ya se considera como algo más invasivo, debido a que el médico especialista en patología toma una muestra del tejido sospechoso de estar infectado con cáncer, esto se logra con un tubo delgado que se inserta por la boca o la nariz, pasa por la tráquea y de ahí a las vías respiratorias.

A partir de este proceso se puede aseverar que se trata de una lesión provocada por cáncer, así como dar una clasificación del tipo y si existe ya metástasis.

Algunas veces no es posible obtener una buena muestra a partir de la biopsia, por ello se debe hacer una punción transtorácica que consiste en pinchar con una aguja el tórax, esto a través del costado de la pared torácica, y obtener una muestra del tumor pulmonar.

Tipos de cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón se divide en dos grandes tipos: cáncer de pulmón de células pequeñas (carcinoma microcítico de pulmón) y cáncer de pulmón de células no pequeñas (carcinoma pulmonar no microcítico).

El cáncer de pulmón de células pequeñas representa 20% de los tumores. Este tipo suele ser más agresivo y extenderse de manera veloz por el cuerpo. No obstante, tiene una buena respuesta al tratamiento con quimioterapia.

Mientras que el cáncer de pulmón de células no pequeñas tiene una incidencia de 80%. Este tipo de cáncer se subdivide en tres categorías:

• Carcinoma escamoso o epidermoide: Es el tipo más común de cáncer de pulmón, representa el 40%. Este se localiza en el centro del órgano, su crecimiento es lento lo cual provoca afectación en el tejido, es decir, la muerte de éste, además de formar cavidades en los tejidos.
• Carcinoma no escamoso: Este tipo de cáncer se da en 30% y es muy frecuente entre las mujeres. Cuando aparece este tipo de tumor es normal que la parte periférica del pulmón, así como la pleura y la pared torácica se vean afectadas.
• Carcinoma de células grandes: este es el 10% restante y posee características distintas a los dos anteriores.

Se nombran como “células pequeñas” debido al tamaño y forma que adquieren las células cancerígenas a través del microscopio. Se dividen en esta clasificación, porque, es importante decir que según sea el tipo de cáncer de pulmón que se padecer será el tratamiento más efectivo.

Etapas del cáncer de pulmón

De manera clásica la enfermedad se agrupa en dos estadios clínicos: enfermedad limitada o extensa. Esta clasificación depende de las zonas del pulmón que se ven afectadas, ya que el tumor puede afectar al hemitórax, los ganglios mediastinales, ganglios hiliares y supraclaviculares.

• Estadio I: se considera una enfermedad localizada. El tamaño del tumor es mayor o igual a los 3 cm de diámetro, su invasión en el área pulmonar todavía es localizada y es mínimamente invasivo.
• Estadio II: al igual que el estadio I, se considerada un tumor localizado. Sus dimensiones son variables, ya que puede ser mayor de 3 cm o 5 cm. En este estadio las células cancerígenas ya se empiezan a expandir por otras zonas pulmonares como el bronquio. El tumor en esta etapa creció en las vías respiratorias y puede mostrar síntomas de colapso o inflamación pulmonar.
• Estadio III: el cáncer de pulmón en este estadio se clasifica como avanzado, en esta etapa del cáncer de pulmón se reconoce que el tumor tiene una medida de entre los 5 a 7 cm y ya invade estructuras como la pared torácica, el pericardio parietal y el nervio frénico.
• Estadio IV: es conocido como estado metastásico, el tamaño del tumor en los pulmones ha alcanzado un diámetro mayor o igual a los 7 cm., además de que afecta otros órganos lejanos como la tráquea, el nervio laríngeo, el esófago, la columna vertebral, el corazón, el hígado, los huesos y el cerebro.

Causas del cáncer de pulmón

Existen varias causas de desarrollar cáncer de pulmón, no obstante, sin lugar a dudas, la más destacada es el tabaquismo activo o pasivo. Esto debido a que el tabaco tiene una mezcla de varios químicos, entre ellos algunos cancerígenos. Las dos sustancias principalmente asociadas al desarrollo de cáncer son las nitrosaminas e hidrocarbonos.

El riesgo de padecer cáncer de pulmón esta relacionado con la duración y la intensidad del consumo de tabaco. El riesgo aumenta exponencialmente cuando son fumadores con un gran tiempo de consumo a fumadores ocasionales o no fumadores, no obstante, siempre es latente el daño al órgano. Asimismo, se tiene la teoría que las mujeres fumadoras tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón a comparación de los hombres fumadores.

Otros factores de riesgo que se consideran como posibles causantes del cáncer de pulmón son la exposición a agentes como asbesto, benceno, polvo de carbón, gas radón, arsénico, cromo éter y el humo que genera la quema de leña, éste último se ha relacionado de manera cercana al cáncer de pulmón en mujeres.

También, padecer de tuberculosis, silicosis o fibrosis pulmonar condicionan de mala manera que en un futuro se pueda formar cáncer de pulmón. También aumenta mucho la posibilidad de riesgo de padecer cáncer de pulmón si antes se sufre de enfermedad obstructiva pulmonar crónica (EPOC).

Tratamiento para el cáncer de pulmón

El tratamiento para el cáncer de pulmón debe empezar tan pronto se diagnostique la patología, esto debido a que es un cáncer muy agresivo y de progresión de gran rapidez. Según sea el estadio del cáncer será el tratamiento que se le dará, no obstante, todos los pacientes con sospecha de cáncer de pulmón deben tener una historia médica completa, un examen físico, rayos X de pecho, tomografía computarizada que abarque tanto el pecho como el abdomen superior.

Cirugía

La cirugía para tratar el cáncer de pulmón no es la opción principal para todos los pacientes, es común que, para personas con cáncer limitado, la cirugía sea su tratamiento más ideal, pero siempre considerando el estado funcional del órgano. Es decir, el paciente que logré someterse a la cirugía no debe tener enfermedades recurrentes y tiene que poseer una gran capacidad pulmonar.

La cirugía para tratar el cáncer de pulmón se basa en extraer la totalidad del tumor y los ganglios linfáticos que están cerca, esto se logra a través de extirpar un borde circundante del pulmón sano. Si, por cualquier motivo, el cirujano no puede extirpar todo el lóbulo del pulmón, puede realizar una resección en cuña del tumor, rodeada por un margen de pulmón normal, esto para asegurar que dentro del cuerpo no quede tejido cancerígeno.

Existen dos tipos de cirugías de pulmón, si solo se eliminan los lóbulos afectados se le conoce como lobectomía, mientras que cuando se realiza una extirpación de el pulmón completo se le conoce como neumonectomía.

No obstante, la cirugía, como principal tratamiento, se queda como algo insuficiente cuando hablamos de cáncer de pulmón de células pequeñas, es decir, los resultados son muy pobres y no maneja una esperanza de supervivencia buena.

Radioterapia

La radioterapia es predilecta para tratar el cáncer de células no pequeñas en fase temprana. Asimismo, para aquellos pacientes que tienen cáncer de pulmón en etapa I y II, pero que por diversas comorbilidades o rechazo a la cirugía deben someterse a la radioterapia.

Se hace uso de radioterapia convencional y radioterapia estereotáctica corporal para tratar el cáncer de pulmón de células no pequeñas en sus etapas iniciales. Este tipo de tratamiento consiste en administrar radiación dirigida a los tumores.

Existe combinación de tratamientos buscando siempre el bienestar del paciente, se puede hacer una combinación de radioterapia seguida de quimioterapia, así como de quimioradioterapia.

Quimioterapia

La quimioterapia es el principal tratamiento para el cáncer pulmón, ésta se utiliza para tratar todos los estadios de esta enfermedad, menos el estadio I, no obstante, el tratamiento se tiene que individualizar según las necesidades y posibles complicaciones futuras que pueda tener el paciente.

El tratamiento con quimioterapia se recomienda que tenga una duración de cuatro ciclos y esto depende mucho de la respuesta que se vaya obteniendo de la aplicación del tratamiento. Una vez evaluada la respuesta, será el siguiente paso a seguir; si existe progresión de la enfermedad o nula respuesta, la quimioterapia se deberá suspender, por otro lado, si hay respuesta positiva se puede completar el tratamiento con seis ciclos de quimioterapia.

Los pacientes con cáncer de pulmón localmente avanzado su tratamiento principal es la combinación de quimioterapia con radioterapia, esta puede administrarse a la vez o uno después del otro.

Para aquellos pacientes para los cuales no es posible realizar una operación debido al poco beneficio que recibirán, es posible que se sometan a quimioterapias paliativas, las cuales pueden disminuir los síntomas del cáncer de pulmón y así mejor su calidad de vida, normalmente esto se logra después de aplicar los dos primeros ciclos de quimioterapia. Normalmente, este tratamiento se aplica a pacientes cuyo futuro es poco prometedor, ya que su pronóstico de vida va de unos 8 a 11 meses.

Conclusiones y recomendaciones del autor

La detección de las anomalías en los pulmones puede suceder como algo incidental, no obstante, si como paciente ha sido o es un fumador recurrente tiene una alta probabilidad de desarrollar cáncer, por ello, su médico tendrá una gran sospecha de que padece de esta patología, por ello, para dar un diagnóstico certero se tendrá que someter a análisis de imágenes para ver si existen masas anormales en su cavidad torácica.

El cáncer de pulmón normalmente se diagnóstica en estadios como II, III y IV, y según la etapa en la que se encuentra la enfermedad será el tratamiento médico que su médico oncólogo le dará. Es normal, que al principio de la enfermedad no muestre síntomas, no obstante, una vez que el tumor creció en las vías respiratorias muestra signos como inflamación o colapso pulmonar lo cual nos indica que el cáncer ya se encuentra en un estadio más avanzado.

El cáncer de pulmón se considera un tipo de cáncer de gran letalidad, generalmente su pronóstico a futuro no es prometedor, debido a la que enfermedad avanza a gran velocidad y no suele diagnosticarse hasta que esta enfermedad se encuentra en un estadio avanzado. No obstante, tanto para el cáncer de pulmón para células pequeñas como para el cáncer de células no pequeñas existen varios tratamientos como la cirugía, la radioterapia o la quimioterapia.

Acerca del autor

Dr. Roberto Iván Sánchez Reyes

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